evaluar el proceso de aprendizaje de la lectoescritura
El lenguaje surge en el ser humano como medio de comunicación, pero luego se convierte en un medio para adquirir conocimiento. El lenguaje posibilita la construcción del pensamiento y su estructuración, de manera que dominarlo es fundamental para construir el aprendizaje.
El aprendizaje de la lectoescritura se convierte así en uno de los principales retos de la escuela. Son diversos los métodos que se usan en las aulas para enseñar a nuestros alumnos. Los docentes hemos de entender el aprendizaje de la lectoescritura como un proceso interactivo en el que se considera el papel activo del niño la niña con capacidad de reflexionar y buscar significado de las ideas y del pensamiento. Así en el modelo de aprendizaje que presentamos resalta la capacidad y la necesidad del alumnado de pensar sobre lo que lee y escribe. Y nuestro papel como maestros es acompañarlos en este aprendizaje facilitándoles la comprensión de la realidad mediante la educación del pensamiento.
Cuando los pequeños llegan a la escuela los maestros que los recibimos debemos averiguar los conocimientos que han ido adquiriendo sobre el lenguaje, sus conocimientos previos,¿qué saben los niños y las niñas sobre lenguaje?
Los alumnos llegan a la escuela con un amplio bagaje de conocimientos sobre la lengua y los hechos linguísticos aunque no conozcan los significados convencionales de estos conceptos. En su competencia verbal queda patente como se construye sucesivamente el conocimiento sobre las palabras, las sílabas y las letras muchas veces sin que se produzca una enseñanza explícita de estos aspectos y siempre vinculando al significado y al uso de los niños hace en distintas situaciones comunicativas. Es a partir de estos conocimientos que empezaremos a construir el aprendizaje y adquisición del proceso de la lectoescritura. Pero antes averiguaremos en que nivel o etapa se encuentra cada uno de nuestros alumnos.
En la evolución de la lectoescritura nos encontramos con una serie de etapas que debemos conocer para saber dónde se encuentra cada escolar y así poder planificar basándonos en su nivel inicial de conocimientos, planteando actividades que permite confrontar aquello que saben con el nuevo contenido.
El lenguaje surge en el ser humano como medio de comunicación, pero luego se convierte en un medio para adquirir conocimiento. El lenguaje posibilita la construcción del pensamiento y su estructuración, de manera que dominarlo es fundamental para construir el aprendizaje.
Las investigaciones hechas por Teberosky y Ferreiro sobre el desarrollo de la escritura infantil, distinguen varias etapas:
1ª) Etapa de escritura indiferenciada: los niños no distinguen las grafías de los dibujos. (Harán el mismo garabato para dibujar algo que para escribirlo)
2ª) Etapa de escritura diferenciada: imitan las letras que ven, copiando de un modelo, pero sin tener conciencia real de lo que escriben.
3ª) Etapa silábica: comienzan a establecer relaciones entre el sonido de las palabras y su grafismo. Identifican la sílaba, pero suelen representarla con una sola letra (normalmente vocales, que para ellos tienen mayor sonoridad)
4ª) Etapa silábico-alfabética: establecen correspondencias entre las sílabas y lo que escriben, pero no son capaces de segmentar todos los elementos sonoros de la palabra, lo que hace que dejen sin escribir algunas letras.
5ª) Etapa alfabética: reconocen una correspondencia alfabética a cada sonido de la palabra, tanto consonantes como vocales, aunque deberán aprender todavía la ortografía correcta.
Para poder conocer el momento en que se encuentra cada niño y poder adecuar los instrumentos de trabajo de los maestros y maestros a las necesidades de su alumnado aconsejamos pasar una prueba cada trimestre, que nos puede servir de evaluación inicial, formativa y sumativa.
Es necesario no olvidar que la pauta que presentamos permite establecer el nivel de cada niño el conocimiento del sistema alfabético y su relación con el oral.
CÓMO REALIZAR LA PRUEBA TEBEROSKY
La prueba es individual. Se da un papel y un lápiz a cada niño, se le dice que escriba su nombre y se le dictan unas palabras. Debemos llevarla a cabo en un ambiente relajado donde el niño se encuentre cómodo (si se ponen nerviosos pueden bloquearse y no podemos hacer una valoración correcta).
La dificultad de las palabras será progresiva:
Una palabra de una sílaba (por ej: sol)
Una palabra de dos sílabas (por ej: gato)
Una palabra de tres sílabas (por ej: manzana)
Una palabra de cuatro sílabas (por ej: elefante)
Una frase que tenga una de las palabras dictadas anteriormente (por ej: El gato hace miau).
Una palabra de dos sílabas (por ej: gato)
Una palabra de tres sílabas (por ej: manzana)
Una palabra de cuatro sílabas (por ej: elefante)
Una frase que tenga una de las palabras dictadas anteriormente (por ej: El gato hace miau).
Una vez que ha acabado de escribirlas, le pedimos que las lea guiándose con el dedo si es necesario.A continuación recogeremos los resultados en una plantilla en la que estarán reflejados los nombres de los niños en la columna vertical y las etapas de la adquisición del proceso de la lectoescritura en la horizontal. Estas etapas se concretarán de la siguiente manera en la plantilla:
Etapa Presilábica (dividida en tres subetapas: Dibujo, Escritura Indiferenciada y Escritura Diferenciada), Etapa Silábica, Etapa Silábica-Alfabética y, finalmente, Etapa Alfabética.
Marcaremos el momento exacto en el que se encuentra el alumno teniendo en cuenta la prueba realizada. Si utilizamos la misma plantilla y diversos colores para las diversas evaluaciones que vayamos realizando durante un espacio de tiempo podremos ver la evolución de los alumnos de manera rápida.
Conocer el momento del proceso en el que estén nuestros alumnos nos ayudará a planificar y preparar actividades adecuadas que sean motivadoras y les hagan avanzar en este proceso de manera significativa y eficaz.
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