Los primeros pobladores del valle de Tarija fueron las tribus churumatas y tomatas.
Los primeros, al resistirse a la conquista incaica, fueron
desperdigados a la fuerza a lo largo y ancho de los Andes, convertidos
en poblaciones mitimaes. A la llegada de los españoles a la región quedaban tan sólo grupos de tomatas, al parecer parcialidad de los chichas.
De lo que probablemente fue parte de la civilización churumata solo
quedan vestigios de caminos empedrados que recién están empezando a ser
redescubiertos.
La ciudad de Tarija fue fundada el 4 de julio de 1574 según lo documentaron los padres Antonio Comajuncosa y Alejandro Corrado con el nombre de Villa de San Bernardo de la Frontera de Tarixa (la "x" con un sonido equivalente a la "j" española actual) por Luis de Fuentes y Vargas, en la ribera izquierda del río Nuevo Guadalquivir, siguiendo órdenes del Virrey Francisco de Toledo.
También se le conocía como San Bernardo de La Frontera. El principal objetivo de la fundación de la ciudad fue establecer un antemural a las incursiones de los chiriguanos desde elGran Chaco.
La fundación de la actual ciudad de Tarija fue realizada por Fuentes y
Vargas luego de haber estado con sus tropas en La Calama, parte de
Tarija La Vieja ( San Lorenzo), el ejido inicial de la ciudad de Tarija en 1574 se extendía unas 20leguas (aproximadamente
110 km) hacia el lado de los tomatas ("indios de paz") y unas 30 leguas
(aproximadamente 165 km) hacia el lado de los "chiriguanos" ("indios de
guerra").
En el imaginario local, el nombre de Tarija sería un tributo a Francisco de Tarija, supuesto miembro andaluz de la expedición de Almagro.
Pero no existen documentos históricos, (a excepción de una nota de la
edición 37 del 8 de mayo de 1721, página 19 de la "Descripción de la
provincia de Chichas y Tarija" aparecida en "El Mercurio Peruano") que
confirmen esta creencia. En concreto, ninguno de los españoles que
acompañaron a Diego de Almagro en su entrada al valle (1535)
llevaba el apellido Tarija. Por lo tanto, lo más probable es que el
término sea de origen indígena. Existen varios topónimos de lugares
aledaños cuyo sonido es similar al de Tarija: Tariquía y Taxara. Los españoles, al pronunciarlos incorrectamente, lo habrían deformado a Tarija. Sin embargo en el año 2011 el historiador y director del Archivo Histórico de Tarija, Elías Vacaflor Dorakis afirma que: en el año 1535 la expedición de Diego de Almagro se
organizó en siete grupos de españoles que partieron consecutivamente
desde Cusco hacia el sur siguiendo el camino del inca, en el primer
grupo estaban los españoles Juan de Sedizo, Antonio Gutiérrez y Diego
Pérez los cuales llegaron a Tupiza a
inicios de agosto de 1535, allí supieron de la existencia de una ciudad
abandonada que se hallaba "bajando" hacia el este del camino del inca,
de este modo alcanzaron al hoy llamado Valle de Rosillasdonde encontraron las ruinas del Antigal cercano a Alizal,
esas ruinas eran las de Tulku Marka (Laberinto Fuerte) en las cuales
algunos edificios parecían torretas o torrecillas (pequeñas torres), por
el aspecto del valle y por las "torretas" los españoles encontraron
alguna semejanza con el valle español de Torija, de este modo llamaron inicialmente al valle de Rosillas valle de Tarija ya que tarija era una palabraárabe andalusí que significaba torreta, esto habría ocurrido entonces 39 años antes de la fundación de la Villa de San Bernardo de Tarixa.
A los pobladores del valle de Tarija se les conocen como
"chapacos", tal vez en referencia a un grupo indígena que habitaba la
región.
Tempranamente, merced a su clima mesotérmico o templado, prosperaron los cultivos y la ganadería: vid, trigo, naranjo, olivo; cría de vacunos, porcinos, ovinos y equinos. Esto favoreció la radicación de colonos españoles, sobre todo andaluces y vascos, que, mestizados con los indígenas, dieron lugar a la actual cultura gauchesca y al estilo de vida popularmente conocido como "chapaco".
Ya en tiempos coloniales Tarija y su región se convirtieron en proveedoras de vinos yaguardientes (por ejemplo el singani) a las ciudades del Alto Perú.
Al estallar la revolución, patriotas y realistas se disputaron encarnizadamente la ciudad. Labatalla de la Tablada (15 de abril de 1817) logró liberar de realistas al territorio tarijeño.
Durante el resto del siglo XIX, y durante el siglo XX, la ciudad
continuó progresando, material y culturalmente, merced a la radicación
de nuevos inmigrantes y a la pujanza económica de la región.
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Fuentes: redpizarra.org ; wikipedia
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