¿Cómo evitarlo?
La falta de motivación y el desarrollo personal en las relaciones con su entorno pueden causar la presencia del fracaso escolar, un fenómeno amplio que representa la causa de frustración del alumno, retrasos en su desempeño escolar y dolores de cabeza en sus padres.
No obstante el término encierra un concepto relativamente difuso, dado que éste se puede referir tanto a un problema generalizado en cada una de las competencias de las que el alumno debe responsabilizarse, como a una sola materia en la que su desempeño se presenta como inferior a lo esperado mientras que en las otras sus calificaciones resultan correctas.
El fracaso escolar no es una circunstancia que pueda dejarse a la deriva dado que en su variante más extrema puede desencadenar la imposibilidad de culminar el ciclo lectivo e incluso la deserción escolar del estudiante afectado, y con ello el corte abrupto del desarrollo académico del estudiante.
Entonces, ¿cómo afrontar una situación tan compleja desde su definición y caracterización? Aunque en estos casos no existe una receta exacta los especialistas están de acuerdo en una serie de puntos que deben ser tenidos en cuenta para aminorar el problema y permitir al alumno una resolución más adecuada de sus necesidades de aprendizaje.
Los desencadenantes del fracaso escolar
- La poca motivación: Se genera con la percepción del estudiante de que los esfuerzos invertidos en la labor de aprendizaje no le permitirán alcanzar mejores condiciones de vida en el futuro, en el ámbito profesional o laboral.
- El método de estudio: Un método de estudio poco adecuado en el que prime la memorización a la comprensión puede llevar a que las calificaciones no reflejen el esfuerzo y el tiempo invertido en estudiar.
- El centro educativo: En ocasiones el sistema empleado por el centro educativo no resulta ser el idóneo para que se dé el avance esperado y que por el contrario se presenten casos de fracaso escolar. Asimismo unas instalaciones deficientes en el colegio, materiales de apoyo educativo escasos e incluso la manera consciente o inconsciente en la que el docente trata a sus alumnos pueden ser factores desencadenantes.
- El apoyo de los padres: Las figuras paternas ausentes o distanciadas de los hijos terminan delegándole la labor de educar a sus hijos al centro educativo, ignorando de esta manera la corresponsabilidad que tienen en el proceso. Esto también impide que en el ambiente doméstico se cuente con un ambiente rico en estímulos que permita darle solidez a lo aprendido en la escuela.
Evadiendo el fracaso en los exámenes
Parte fundamental en este propósito es lograr buenas calificaciones en los exámenes para evitar situaciones comprometedoras, como el Suspenso en España o el Reprobado en Bolivia o Latinoamérica; para lograrlo es recomendable tener en cuenta algunos puntos, como evitar la memorización sin comprensión, dado que este método no permite tener una visión amplia del asunto a aprender; aspirar a notas altas para motivarse a realizar el mejor trabajo; emplear técnicas de estudio memotécnicas, subrayados, resúmenes, esquemas, gráficos y auto cuestionarios.
De esta manera se potencian las capacidades y se evade el fracaso escolar incluso en las materias que no gustan. Es cuestión de disciplina y de hallar la mejor forma de hacerle frente a estas obligaciones.
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